El Alavés encara esta noche un encuentro que puede darle el pasaporte para soñar. Si gana al Rayo, dejará el descenso a 15 puntos con 17 jornadas por disputar.
Se situará además con 35 puntos, lo que le pondría a las puertas de sellar la permanencia, su gran objetivo, y le permitiría empezar a soñar con cotas más altas.Encara tan importante cita a una hora de lo más intempestiva, un lunes a las 21.00 horas, en la que nadie quiere jugar, pero que todos los clubes, salvo Real Madrid y Barcelona, aceptan ante la lluvia de millones que le cae por los derechos televisivos.
Las bajas en las filas albiazules son vitales. Faltan Tomás Pina, sancionado, e Ibai Gómez, traspasado al Athletic. Al menos, todo apunta a que Jony, todavía a medio gas, podría entrar en lista. Un alivio para un equipo cercenado en su juego por bandas, su principal vía para llegar a la portería rival. Ximo Navarro, con molestias en el nervio ciático, es duda. Sivera, que ha vuelto a padecer fiebre por un catarro, estará en principio en el banquillo.
Vuelve Laguardia
Lo asumió Abelardo en la previa. El Alavés, como la mayoría de los equipos humildes, acusa la ausencia de sus hombres clave. Tomás Pina, Ibai y Jony lo son. Afrontará la cita de esta noche sin tres de sus principales referentes en el juego de ataque.
El centrocampista es el principal creador de fútbol en la zona ancha, rebosante en trabajo, pero escasa en capacidad creativa. Cuando no juega, el equipo lo nota. Vaya si lo nota. El club y la afición esperan como agua de mayo la llegada del recién incorporado Takashi Inui, fichado para tapar el vacío dejado en banda diestra por la marcha de Ibai al Athletic. Por la izquierda, buena noticia. Todo apunta a que Jony puede volver a la lista.


Comentarios
Publicar un comentario