Reparto de puntos en el Ciutat de Valencia con sabor a victoria para el conjunto granota. Cualquier aficionado del Levante deberá estar orgulloso tras un partido en el que, ciertamente, le faltó puntería, pero le sobró todo lo demás. El Deportivo tiró de efectividad y se llevó el punto de tierras valencianas gracias a dos tantos en la primera mitad.
Sin complejos. Como durante su idilio en Segunda División, el Levante salió a jugarle de tú a tú a un Dépor al que volvía Çolak una de sus piezas clave. Pero los excesivos ánimos de buscar el gol le pasaron factura temprano a los granotas cuando, habiéndose cumplido el minuto 5, Fede Cartabia adelantaba a los visitantes.
Lejos de amedrentar al equipo valenciano, el gol le empujó para venirse arriba. Los de Muñiz tocaban muy bien, creaban y llegaban con facilidad al área deportivista, pero si no fallaba la puntería, lo hacía la decisión final de alguno de sus atacantes.
Mientras, el Dépor supo sufrir y Rubén les salvó de más de un aprieto. Hasta seis paradas hizo el guardameta, alguna de ellas de gran mérito. Y, casi sin buscarlo, llegó su segundo gol, obra de Sidnei al imponerse a toda la defensa local en un saque de esquina.
Pundonor granota
El golpe fue muy duro para un Levante que dominaba pero no materializaba. Aunque el disgusto tan sólo le duró 4 minutos, ya que Bardhi, que venía apuntando maneras durante los tramos iniciales del choque, decidió que el partido todavía tenía vida con un lanzamiento de falta que exterminó las telarañas de la escuadra izquierda de Rubén.
El choque volvió del descanso de la misma manera que se fue, con un Levante dominante pero con carencias en la finalización. Sufrió mucho la hinchada granota al ver cómo su equipo, de 19 disparos, sólo había anotado un gol, mientras que al Dépor le habían bastado tres para ir por encima.
Y las cosas se le pusieron muy grises a los locales con la expulsión de un Morales que vio dos cartulinas en 8 minutos. Pero ahí, en el momento de mayor dificultad, afloró el pundonor granota. El Levante estaba empeñado en demostrar por qué ascendió desde los infiernos hace poco más de dos meses y por qué nunca más quiere abandonar la máxima categoría.
Ivi López, uno de los revulsivos de Muñiz, provocó un penalti a menos de 10 minutos del final y él mismo se encargó de materializarlo. Significó el gol del empate de cara al marcador y al mundo exterior. Pero ese gol materializó un triunfo dentro del vestuario. El Levante se ve capaz de todo.
FUENTE: MARCADORES DE FÚTBOL
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