Con muy pocas ocasiones claras, los tanques se despidieron del Amalfitani sin deslumbrar. El resultado de esta noche remarca que a pesar del intento de llegar al arco contario con goleadores, los aciertos no están garantizados.
Con esquemas similares se enfrentaron en Liniers, Velez y Arsenal. Los equipos se destacaron por su solidez defensiva pero más que nada por susemejanza en la disposición y función de sus atacantes.
El partido, en su mayor parte, contó con la presencia de cuatro delanteros centrales desempeñándose de distintas maneras.
Furch y Rescaldani ocuparon el área grande a la espera de una jugada elaborada que los deje en situación de marcar. Jugada que nunca llegó.
Lucas Pratto y Milton Caraglio fueron los que aportaron la movilidad fuera del área, intentando acoplarse con los volantes en el armado de juego y recorriendo todo el frente de ataque.
El de Sarandí intentó aprovechar la rapidez de los volantes por las bandas, Carrera y Aguirre, quienes cubrieron los espacios dejados por los laterales contrarios e intercambiaron posiciones durante el encuentro. Un remate desde afuera del área que pegó en el palo y un cabezazo desviado fueron sus oportunidades de anotar.
El dirigido por Gareca se esforzó por acompañar las subidas de Papa y Cerro. No encontró respuesta en el abastecimiento por parte de Insúa. Tuvo una situación muy clara en el final, un cabezazo despejado por Aguirre en la línea.
Las entradas de Milla y Copete, respectivamente, no colaboraron demasiado.
Emilio Zelaya, recuperado de una rotura de ligamentos, ya está en condiciones de regresar. El conjunto velezano espera por la habilitación de Mauro Zarate, que contribuirá desde otro sector, ayudando con su despliegue desde esa posición.
En Liniers estuvieron presentes cuatro delanteros de área pero el gol estuvo ausente
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